Todos estamos deseando que se vaya este año y que con él llegue el final de la pandemia. Pero la mayor parte de los problemas humanos no entienden de fechas arbitrarias.

Se va 2020 con su epidemia y nos recibe 2021 con la misma epidemia, pero también con la esperanza en un futuro mejor. Aunque sea a meses vista.

Mucha gente ya no está, otros tenemos que estar contentos de seguir aquí y no bajar la guardia. Por muchos medios que pongamos, nunca tendremos la seguridad de no contagiarnos.

Han pasado más de 10 meses, esta es la quinta entrada que escribo con relación a la pandemia (primera, segunda, tercera, cuarta). Me gustaría que el último que escribiera fuera ya sin pandemia.

6 meses para el final de la pandemia (?)

Otros saben más del tema, de hecho son muchos los que saben del tema y deberían hacer un esfuerzo por transmitir mejor sus conocimientos para no volvernos locos. No vamos a exigir tanto. Eso para la próxima pandemia, porque esta , en ese aspecto, no tiene remedio.

¿Por qué seis meses? Mañana (27/12/20) empiezan las vacunaciones. Aunque los implicados en el desarrollo digan que habrá que esperar más, yo creo que en 3 meses deberían empezar a verse los resultados.

En todo caso, por el elevado número de vacunaciones, el verano de 2021 deberíamos estar libres si no de enfermedad, sí de epidemia.

¿Por qué debemos vacunarnos?

Aquí hay opiniones para todos los gustos. La vacuna es voluntaria. Eso dicen, aunque harán un registro para saber por qué la gente no quiere vacunarse.

Si la vacuna fuera la panacea, sería obligatoria. Si tú, que tienes toda la información, tienes dudas ¿por qué no puedo dudar yo?. Estos aspectos del problema darían mucho de qué hablar, es mejor ser más prácticos.

Y, siendo prácticos, creo que hay que vacunarse, hay que hacer un esfuerzo por no dudar, porque nos jugamos mucho.

Hay vacunas para todos y además las hemos pagado. Sería lamentable que se pudrieran en un almacén, habida cuenta de la situación que estamos atravesando.

Pero hay una razón mucho más importante para vacunarse: es una apuesta de muy bajo riesgo, con un beneficio esperado enorme.

Dicho de otra forma: si la vacuna no funciona, habrás recibido dos pinchazos en el brazo, con lo que estarás un poco dolorido (el día de los pinchazos) y, por supuesto, muy enfadado, pero eso se cura respirando hondo o con una tila y después, pidiendo responsabilidades.

Pero si funciona, y hay capacidad humana y tecnológica para confiar en que la vacuna será eficiente, la epidemia habrá desaparecido y nos olvidaremos del año de la pandemia. En 6 meses.

Este es mi deseo para el año 2021, que sea estupendo para todos y que derrotemos al bicho. ¡Feliz Navidad!

(fotografía portada: free-photos, pixabay)