A lo largo de mi vida, he leído mucha divulgación científica. Con libros como «El sistema periódico» se aprende a amar la ciencia, sin olvidar que la ciencia no es nada sin las personas que están detrás.
Este libro, disponible a bajo precio, es una pequeña maravilla. Dejando el primer capítulo, en que se centra en aspectos lingüísticos, desde mi punto de vista muy áridos, el resto fluye entre la química y las vivencias humanas del conocido autor judío, que vivió y sufrió la época nazi en la Italia de Mussolini y tuvo la fortuna de sobrevivir. Fue deportado a Auschwitz diez meses antes de que el ejército rojo lo liberara.
Fruto de esa experiencia vital es su trilogía de Auschwitz, por la que es mundialmente conocido.
La tabla periódica: vida y obra de un químico
Muchos libros de divulgación que hablan de la química parten de los fundamentos científicos. Ya sabemos: en el principio fue el átomo. En este caso, las vivencias de Primo Levi envuelven sus relatos sobre los elementos de la tabla periódica.
Es, por lo tanto, un libro de divulgación basado en la experiencia que el autor tuvo como químico en la complicada época que le tocó vivir.
Por ejemplo, en uno de los capítulos (el dedicado al potasio), poco después de contarnos que «en enero de 1941 la suerte de Europa parecía echada», se declara «enemigo de la violencia, pero no atrapado por la necesidad de la violencia opuesta«. Es una muestra de su forma de ver la vida, expuesta a lo largo del libro.
Además, incorpora dos breves relatos, en los que los elementos de la tabla son, en cierto modo, excusas. El segundo de ellos, dedicado al mercurio, es interesante por plantear de manera muy moderna las relaciones humanas entre los protagonistas.
En el sorprendente capítulo dedicado al fósforo habla de sus escarceos amorosos. Habla de aquellas oportunidades (o no) que al final no llevan a nada por falta de interés o dejadez o por temor al cambio. Para los aficionados al cine, me ha recordado mucho a una estupenda película francesa «Las cosas que decimos, las cosas que hacemos«.
Primo Levi cuenta que van, él y una amiga, a ver una película – El muelle de las brumas – donde «los protagonistas se enamoraban y nosotros no«. Cuenta que les pareció una película maravillosa. Yo la he visto hoy mismo (se puede ver en filmin) y pienso lo mismo.
Es evidente que este libro es algo más que divulgación científica. Poco que añadir al capítulo donde relata cómo contactó, por razones profesionales, con un antiguo nazi con el que coincidió durante la guerra.
Solo me queda invitar a leer este fascinante libro y a ver la magnífica película que Primo Levi dejó recomendada sin saberlo.
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(Fotografía Elchinator, pixabay)
Me envía este comentario Alfonso:
No cabe duda que es una entrada arriesgada, mezclar química y cine de la década de los años 30 del siglo pasado tiene su aquel. Si la divulgación científica entretiene llama a seguir por ese camino al igual que sucede con otros géneros. Creo que como lector se pasa por ciclos, por lo menos a mi me pasa, o pasaba (ahora estoy en standbay), temporadas de todo divulgación, luego ciencia-ficción,más tarde novela histórica, etc, etc…
En cuanto al cine qué decir, cuando se comenta que en el cine está todo inventado no es por la última de James Bond es por películas mucho más anteriores en el tiempo.
Esta no la he visto pero recientemente he visionado el primer largometraje de Buster Keaton, «Tres edades» del 1927 y llama la atención que en las primeras escenas, el héroe de la historia salga montado a lomos de un dinosaurio mucho antes que los dinosaurios de Parque Jurásico 1993 , además con crítica social al final.
Hola, Alfonso:
hablar de cine y dedicar unas líneas a una película que nada tiene que ver con la ciencia puede parecer arriesgado. Pero es que el libro, además de química, habla de la vida misma. Por eso resulta fácil de leer para todo el mundo (menos el primer capítulo, y no por la química).
Es verdad que está casi todo inventado, prueba es que se pueden ver y disfrutar todavía películas como El muelle de las brumas de 1938 o la que dices, de 1927. Buster Keaton era un genio, me apunto la película, que no la recuerdo, pero seguro que vi hace tiempo.
Gracias por el comentario