Hoy día, con la cantidad de buenas series que podemos encontrar en las plataformas de internet, un documental resulta poco apetecible, ¿verdad?
Hace poco, por una afortunada casualidad, descubrí en la 2 de RTVE un documental titulado «Ingeniería Romana». Lo presenta un locutor al que han doblado al estilo de los documentales norteamericanos que llegan a nuestra televisión.
Sin embargo, el documental está hecho en España. Y es fantástico. (aunque no entiendo por qué doblan a Isaac Moreno, su presentador).
Técnica en Roma y realidad virtual (aquí)
Como se deduce de su título, habla de la tecnología que desarrollaron los romanos. Aunque resulte un tópico, lo cierto es que hicieron obras colosales, casi increíbles.
El documental recorre instalaciones y construcciones romanas en toda España y algunos puntos de Europa. Y no se limita a los que todos conocemos, lo que hace del documental una interesante fuente de descubrimientos.
Podremos conocer cómo eran las grandes obras y las ciudades romanas de Hispania puesto que el documental las reconstruye digitalmente encima de las ruinas reales.
¿Por qué es tan bueno?
Cada capítulo presenta un caso de intriga con su resolución final, analizando «las pistas que nos dejaron los romanos» encontradas en ruinas de todo el mundo.
Veremos cómo conseguían bajar la presión del agua en las ciudades con grandes desniveles, o cómo podían mantener comunicado un imperio colosal que duró muchos siglos.
Drenaje de minas, redes de acueductos enormes, calzadas romanas, las ciudades y sus sistemas de alcantarillado, cómo lograban disminuir la presión de las tuberías sin saber nada de hidrostática, los sifones de los acueductos y los vasos comunicantes, incluso la utilización de pilotes para construcciones. Todo cabe en este magnífico documental.
Aprenderemos parte de la Historia y de la Técnica en Roma, y que esta fue imprescindible para cohesionar un enorme imperio, en una época en la que la información se intercambiaba a la velocidad de un caballo.
Técnica e historia, dos aspectos apasionantes de la cultura que deberían recibir todo nuestro apoyo.
(fotografía de portada: anfiteatro romano de Tarragona, F. Arroyo)